Del 4 de diciembre al 16 de febrero en el Grand Palais de París nos espera una de las más grandes retrospectivas de la firma CARTIER compuesta por más de 600 piezas con las que hacen un recorrido histórico desde 1847, año en que fue fundada la casa por Luis- François Cartier, hasta los años setenta. La mayor parte de lo expuesto son piezas de valor histórico como la tiara creada en 1936 que Catalina, la duquesa de Cambridge, lució el día de su boda con el príncipe Guillermo de Inglaterra.
Aunque CARTIER fue definido por el rey Eduardo VII como «Joyero de reyes y rey de los joyeros» es cierto que además de las casas reales y de la alta aristocracia también figuraban entre su clientela gente de otros ámbitos de la sociedad como Liz Taylor, Marlene Dietrich, Marjorie Merryweather Post o Barbara Hutton entre otras.
La casa CARTIER innovó en técnica y estilo ya que por ejemplo fue la primera en introducir el platino e incluso supo sacarle partido con éxito a lo que fue una composición imposible durante mucho tiempo en el mundo de la alta joyería: la mezcla de zafiros y esmeraldas en una misma composición.
Este recorrido a lo largo de las diferentes décadas del s.XX interpretadas a través del genio creativo de la casa CARTIER no solo nos ha dejado un legado inigualable en obras de arte de alta joyería y relojes sino un testimonio de la época en que fueron creadas.