William B. Jordan, hombre excepcional donde los haya, ha donado éste retrato del rey Felipe III fechado entorno a 1627 y pintado por Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla 1599 – Madrid 1660).
El donante es una figura de primera línea de nivel internacional en cuanto a pintura antigua española se refiere y conocido por su especial talento y sensibilidad hacia el bodegón español. Cuenta que no compró el cuadro presencialmente sino en una subasta de Londres en 1988 y por poco dinero, y que estudiándolo, llego a la certeza de que era lo que pensaba.
Velázquez no conocía al rey cuando realizó éste retrato -especial ya que no mira al espectador y cuyo ángulo de la cara es especialmente curioso- sino que se inspiró en otras obras de la época. Es muy abocetado ya que el pintor lo hizo como «artefacto de trabajo».
El donante ha querido que éste cuadro esté en el Museo del Prado de Madrid porque como él mismo afirma «es su sitio» y además ayudará a los especialistas en éste pintor a estudiarlo y los estudiantes apreciarlo también.
Muchas gracias por éste generoso gesto William B. Jordan, sólo una persona filántropa puede tener un gesto tan admirable -hacia los españoles en ésta ocasión- pero hacia todos los que vayan al Museo también.
